Es considerado como un
pintor clave del arte español del último siglo
Pintor figurativo y cartelista, narrador excepcional
y crítico mordaz de la contemporaneidad, fallece en Madrid a los 81 años sin el
premio Velázquez
El
pintor Eduardo Arroyo murió este domingo en Madrid a los 81 años, así confirman
las fuentes familiares que han indicado que el artista ha fallecido en su
vivienda, rodeado de sus allegados.
Estudió la carrera de Periodismo y tuvo siempre un
pulso especial para captar lo esencial del presente, sacando partido de lo
anecdótico, pero trascendiendo la banalidad. En 1958 se exilió en París,
más que nada para huir de la atmósfera asfixiante del franquismo y
solamente pudo recuperar su pasaporte cuando murió el dictador.
Aunque los primeros tientos artísticos de Arroyo en la ciudad de
las vanguardias fueron estrictamente caricaturescos, a principios de
los sesenta encontró su voz pictórica en la corriente de lo que se vino a
calificar como «figuración narrativa» que se hizo visible
principalmente en el «Salón de Joven Pintura». Cuando Arroyo presentó en la III
Bienal de París su pintura de los cuatro dictadores se montó un importante
alboroto que llevó, entre otras cosas, a que su exposición en la
madrileña galería
Biosca, en 1963, fuera censurada.
Sin duda, participar en la muestra «Mitologías cotidianas» en el Museo
de Arte Moderno de París (1964), fue decisivo para impulsar a este
joven artista que un año después, junto con sus «cómplices» Recalcati y
Aillaud, presentó en la exhibición dedicada a «La figuración narrativa en el
arte contemporáneo» el polémico políptico «Vivir y dejar morir o el fin trágico
de Marcel Duchamp» (1965) en el que maltratan y hasta entierran al
«padre» del «urinario» (la verdadera fuente de un arte contemporáneo obsesionado
desde hace un siglo por el poder de los pedestales) mientras aprovechan para
ofender al neo-Tancredo del pop que no era otro que Andy Warhol.
Entre sus últimas
exposiciones se encuentra la reunida en París en octubre del 2015, una muestra
sobre sus mejores retratos de los últimos cincuenta años de su vida.
Sin alejarse de
Francia, en junio del 2017, el artista figurativo mostró parte de su obra, un
repaso de medio siglo dedicado a la pintura y la escultura.
Fuente: Diario El Correo - Navarro
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