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El teatro ostenta el título de Monumento
Histórico del Perú y en sus más de 400 años fue objeto de tres restauraciones.
Ubicado
en el corazón de Lima, en la segunda cuadra del jirón Huancavelica, el Teatro
Segura es el más antiguo de América del Sur y uno de los primeros escenarios
del nuevo continente.
Fue
rebautizado en honor al dramaturgo peruano Manuel Ascencio Segura y sus
escenarios fueron testigo del nacimiento de actrices como Micaela Villegas “La
Perricholi”, el primer coro del Himno Nacional del Perú interpretado por Rosa
Merino y -que tuvo como espectador, en primera fila, al propio libertador
general don José de San Martín.
Más
de 400 artistas participan en su restauración: escultores, pintores,
arquitectos, arqueólogos, yeseros y ebanistas. Ellos participaron desde la
reconstrucción de su cúpula hasta detalles artísticos como las aplicaciones en
pan de oro originales. Se han restaurado 4 mil piezas monumentales y se
descubrieron 13 capas de pinturas desde su reconstrucción en 1909.
Las
tareas incluyen a la vecina Sala Alcedo y prometen convertirse en un recinto
cultural de lujo con miras a la celebración del Bicentenario de la
Independencia.
“Estamos
prácticamente rehaciendo el teatro Segura que estaba totalmente destruido. Un
80 a 90% de la estructura es nueva, estamos reforzando las estructuras y la
caja escénica que será nueva al igual que el pozo y los salones de ensayo, pero
todo se trabaja dentro de un rigor histórico con una pulcritud para llegar a
dejarlo como fue originalmente el teatro”, reveló el alcalde Luis Castañeda
Lossio.
Reveló
que fueron convocados un grupo de artesanos cusqueños especializados en
conservación y restauración de bienes históricos, labor que tiene en común con
la realizada en el Teatro Municipal que todas las estructuras reforzadas
tendrán un tratamiento antisísmico y equipos de sonido de primera calidad.
El
burgomaestre destacó que, en consonancia con el Teatro Municipal, el Teatro
Segura se convertirá en espacio de cultura para todos los ciudadanos con
actividades musicales, funciones de teatro o ballet. “No vemos la cultura como
algo exclusivo o excluyente, sino por el contrario, tiene que esparcirse y
llegar a los ciudadanos más humildes”, anotó.
Fuente:
La República
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