Galerías comerciales del centro de la ciudad ya lucen
abarrotadas
Unas 800 mil personas acuden a diario al Mercado Central y a Mesa Redonda para hacer
sus compras por Navidad. Pero conforme se acerquen el 25 de diciembre y fin de
año, esta cifra llegará al millón, calcula la Municipalidad de Lima.
A espaldas de la plaza Gastañeta, en el Cercado, la gente lucha por transitar por los pasillos angostos de una galería donde, por esta temporada, se venden juegos de nacimientos, papanoeles cantores y luces decorativas.
A espaldas de la plaza Gastañeta, en el Cercado, la gente lucha por transitar por los pasillos angostos de una galería donde, por esta temporada, se venden juegos de nacimientos, papanoeles cantores y luces decorativas.
En los
jirones Cusco y Andahuaylas, hay ambulantes que ofrecen comida, muñecos con
forma de renos, coronas y guirnaldas. Hay locales que no se dan abasto y sacan
sus productos a las veredas.
Galerías comerciales acogen a miles de limeños
Cristian Rosenthal, gerente de Fiscalización y Control de Lima, indica que
desde que empezó el plan Navidad Segura, a inicios de noviembre, 70 puestos
fueron amonestados por incumplir las normas de seguridad.
Son 1.200 trabajadores municipales (250 de ellos fiscalizadores)
los que vigilan esta zona y el triángulo de Grau. “La galería Mina de Oro ya
está rebasando su capacidad, por lo que estamos tomando medidas para hacer
respetar el aforo”, asegura el funcionario.
Tanto
en Mesa Redonda como en el Mercado Central hay 19.990 stands agrupados en 166
galerías. El 90% tiene certificado de funcionamiento y de Defensa Civil, según
la comuna. Aun así, los fiscalizadores deben retornar para asegurarse de que
los comerciantes no estén sacando la vuelta a la ley.
La situación es parecida en el emporio comercial de Gamarra. Los
ambulantes colocan su mercancía incluso en vías donde no se han culminado obras
de mantenimiento. A eso de las 3 p.m. todo está abarrotado de compradores, y
vendedores informales. Los inspectores municipales les piden que circulen. Los
comerciantes se mueven a veces o enrollan su mercancía. Cuando los municipales
se retiran, vuelven a exponerla.
Comerciantes abastecen sus locales
Consultada por este Diario, la Municipalidad de La Victoria
contestó que hoy daría a conocer su plan de seguridad.
La semana pasada, hubo un incendio en una galería clausurada del
jirón Ayacucho (Mercado Central) y un hombre que trabajaba como soldador
pereció.
Giancarlo Pasalaqua, de la Sociedad Nacional de Protección
contra Incendios, advierte que, pese a las experiencias dolorosas como los
siniestros en Mesa Redonda (2001) y Nicolini (2017), somos una sociedad que da
más valor al negocio que a la vida humana.
“Necesitamos
crear conciencia de seguridad y trabajar para que la normativa mejore. Los
incendios no solo han aumentado en cantidad, sino en severidad”, dice.
El problema, afirma, radica en que hay negocios en locales
inadecuados para comercio, por sus estructuras y sistemas eléctricos. El otro
problema, agrega, es la irresponsabilidad de la gente.
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