No solo ha servido como defensa ante los ataques de piratas y corsarios, sino también ha sido refugio para varios personajes, uno de ellos, un militar español quien se negaba a aceptar la Capitulación de Ayacucho.




En 1924 cuando el Perú se liberaba de la dominación española gracias a la capitulación de Ayacucho, todavía existían personas que no aceptaban el hecho, una de ellas era el militar español José Ramón Rodil, un brigadier a cargo de la fortaleza que insistía en no entregarla a los independistas, ya que, respaldaría hasta el último momento los dominios del rey.

“Rodil está encerrado por mar y por tierra durante 13 meses dentro del Real Felipe pasando penurias y sobre todo con un cúmulo de enfermedades que va a ser que mucha gente se muera” menciona el Teniente Rodriguez.

Confiado en que los refuerzos de Europa llegarían para brindarles apoyo, Rodil insiste en quedarse en el Real Felipe, al punto de eliminar a miles de personas para aminorar los gastos en comida. Se va a deshacer de muchas mujeres y niños y se va a quedar solamente en la práctica con militares.

Finalmente, al ver que la ayuda de España no llegaba, en enero de 1826, Rodil entrega la plaza, una acción que significaría el fin del Imperio español en América del Sur, otorgándose así, como el responsable del último reducto español.

Cabe recordar que la fortaleza de San Felipe el real, tiene sus orígenes en el siglo dieciocho con el gobierno de José Antonio Manso de Velasco, cuando el Callao era uno de los principales puertos del Perú y España, donde se embarcaban las riquezas mineras de la región rumbo al antiguo continente.

Aunque muchos afirman que la construcción fue impulsada tras la destrucción del puerto durante un terremoto en 1746, se sabe que existen similares y del mismo nombre en Latinoamérica.

“Como la que está en Cartagena de Indias, en Colombia o la que está en Puerto Cabello, Venezuela, el nombre es Castillo de San Felipe el único que se llama Fortaleza de San Felipe el real es este” dijo Rodríguez.

Por otro lado, en cuanto a su estructura, la fortaleza tiene la forma de un pentágono irregular ocupando un área de 70 mil m², con muros de 4 metros de altura hechos de cal y canto, una mezcla de piedras, arena y claras de huevo. Además, cuenta con un baluarte en cada uno de sus cinco puntos, en donde resaltan tres puntas, el de la reina, del rey y el del centro, caballero de los doce cañones.

Precisamente en el torreón del rey dentro de las mazmorras, era el lugar donde se realizaban las más temibles torturas a personas en contra de la corona española. Ellas se tenían que mantener paradas ya que al ser el lugar muy angosto no se puede realizar ninguna actividad; comían parados, hacían sus necesidades parados y morían de la misma forma.

Cabe señalar que también ha sido resistencia de sucesos como el Combate del Callao y la Guerra del pacífico y hoy en día, es considerada una de las fortalezas más conservadas de la época virreinal, y un importante centro turístico.